A lo largo de nuestra vida, solemos encontrarnos con personas que nos hacen pensar en alguien que conocemos, ya sea un amigo, familiar o conocido. ¿Alguna vez te has preguntado por qué sucede esto? Pues bien, en este artículo, nos adentramos en el fascinante mundo de los "gemelos desconocidos". Un estudio interesante que utilizó algoritmos de reconocimiento y análisis de ADN descubrió que el parecido facial entre las personas tiene mucho que ver con nuestras diferencias genéticas.
¿Existen personas que sin ser gemelas lo parecen?
La genética, una vez más, ofrece la respuesta a esta incógnita intrigante. Un estudio que se basó en la identificación de personas físicamente similares, 32 pares en total, proporcionó una perspectiva a nivel genético sobre estos casos particulares.
La identificación de estas parejas que compartían similitudes físicas se llevó a cabo mediante el trabajo fotográfico de François Brunelle, un artista canadiense que, desde 1999, ha capturado imágenes de personas físicamente parecidas pero sin ningún lazo familiar en distintos lugares del mundo.
Para verificar la ausencia de parentesco entre estos pares, el estudio utilizó un análisis de IBD (Identity by Descent, por sus siglas en inglés). Sorprendentemente, se encontró que solo una pareja compartía variantes genéticas en proporciones similares a las de parientes de tercer grado. Sin embargo, para el resto de las parejas, aunque pareciera increíble (como se muestra en la figura 1), se descartó por completo la existencia de algún grado de parentesco.
La genética detrás de este suceso
Además de estudiar el conjunto de gemelos desconocidos (LAL en la figura 2), se incluyeron en el análisis gemelos monocigóticos o idénticos (MZ-twins en la figura 2) y personas sin parecido físico ni relación familiar (Non-LAL en la figura 2). Esta inclusión permitió realizar una comparación exhaustiva entre los tres grupos mediante el análisis de su ADN, lo que posibilitó la creación de una puntuación de similitud entre ellos.
Los resultados revelaron que la puntuación de similitud era estadísticamente significativa entre los tres grupos. Esto confirma que, a nivel genético, efectivamente existe una similitud entre los gemelos desconocidos, aunque es mucho mayor que la observada en los individuos "Non-LAL" y menor que la que presentan los gemelos monocigóticos o idénticos.
En la figura 2 se representa la comparativa de similitud entre los gemelos monocigóticos o idénticos (MZ-twins), los gemelos desconocidos (LAL) y personas sin relación familiar ni parecido físico (Non-LAL).
Si nos adentramos en un análisis más detallado, se observó que de todas las variantes genéticas examinadas, 113 de estas variantes genéticas (SNPs) estaban asociadas a características faciales o rasgos físicos específicos.
El estudio en el que nos basamos demuestra que los gemelos desconocidos comparten variantes genéticas en su ADN. No se trata de parentesco, sino de que, por casualidad, se creen zonas o secuencias de ADN idénticas en varias personas.
Debido a la dificultad para obtener este tipo de datos, el tamaño de la muestra es pequeño, lo que restringe la capacidad para realizar análisis estadísticos a gran escala. Asimismo, es importante tener en cuenta que el estudio se limitó al estudio de SNPs, impidiendo el análisis de otros componentes genéticos como variaciones estructurales.
No obstante, una colección de fotos de parecidos genéticamente no emparentados, junto con un análisis de ADN, ha revelado que una gran similitud facial está asociada a variantes genéticas compartidas.
Escrito por Irene Rodríguez
Comentarios